A todos nos ha chocado la nueva campaña publicitaria de Lanvin. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue
como puede ser que una marca tan lujosa como Lanvin, la cual adoro, pueda ser
asociada a una canción de Pitbull ??!! Una canción cuya letra dice: “Rumba,
ella quiere su rumba. Si es verdad que tú eres guapa, Yo te voy a poner a
gozar, Tú tienes la boca grande dale ponte a jugar”. Ya sabiamos que la moda
esta siempre asociada a conotaciones sexistas, y que el lujo se asocia al
glamour y la sensualidad pero esto es demasiado sexual y vulgar.
Después de ver el video una y otra vez empece a cambiar de
opinión y me empezó a parecer gracioso ya que las modelos Raquel Zimmerman y
Karen Elson no consiguen bailar la coreografía debidamente y éso es lo que da
todo el sentido a ésta campaña no
convencional. Llegó un punto en el que me olvidé de la música y sólo me fijaba
en la belleza de los looks de mosqueteras con las capas complementadas con guantes
de piel, sombreros de ala ancha y bolsos con detalles metalizados. Negro,
impreso de flores, vestidos coloridos, collares XL metalizados … todo glamour
con peinados impecables y una localización espléndida. Bienvenidos a Lanvin !!!
El mejor momento del video es cuando
Albert Elbaz aparece y se hace con la vedete apartando a los chicos de su
camino hacia el protagonismo y entonces se hace con el rey de la pista.
Una mezcla rara pero que milagrosamente
funciona muy bien porque ahora ….We know He want us, He knows we want him. (
Sabemos que nos quiere, el sabe que le queremos)
Pero quien es Albert Elbaz para
hacernos sentir tantas emociones??
Marroquí
de nacimiento pero creció en Israel y emigró a los EEUU cuando tenía 25 años después de terminar sus estudios de
moda. Geoffrey Beene le dió su primera oportunidad y de ahí trabajó después con
Guy Laroche e Yves Saint Lauren. http://en.wikipedia.org/wiki/Alber_Elbaz
Me encanta este Caballero de la Legion de
Honor Francesa porque es una persona inteligente y emocional que habla de la
realidad del mundo de la moda.
Este es un extracto de su conferencia
durante el Festival de arte contemporanio de Deloitte Ignite en el Royal Opera
House en el 2011.
“
Podéis comprar bottox, una cara nueva, dientes nuevos, pechos, trasero, podéis
comprar todo lo que deseéis. La única cosa que no podéis comprar es el TALENTO.
No podéis comprar músculos. Para obtener músculos y creerme porque yo ódio ir
al gimnásio, es un trabajo duro, no se crean de la noche a la mañana. Es un proceso lento día tras día
de ir al gimnasio para conseguir una pizca de algo. Así es como es un diseñador.
Uno no se puede levantar una mañana y decir:
“Soy famosa, voy a ser diseñadora!” Hay que trabajar tremendamente duro para
llegar a ello.”
“Yves Saint Lauren le dió poder a la
mujer; Chanel las libero, y entonces durante mucho tiempo me pregunté a mi
mismo “Cuál va a ser mi aportación a la mujer – Que va a ser lo que yo les voy
a dar?” Y entonces un día recibí un sms de una amiga de Nueva York que decía:
“Hola Albert, estoy en un taxi de camino a los juzgados para enfrentarme con el
gilipollas de mi marido para firmar el divorcio. Llevo un Lanvin y me siento
tan protegida que lo puedo afrontar mejor.” Ese ha sido uno de mayores
cumplidos que jamás me han hecho.
Entonces pensé que soy capaz de hacer vestidos de seda que pesen a lo mejor 150
gramos y éso podía hacer que se sientiese protegida delante del imbécil de su
marido… Eso me hizo sentirme muy feliz.”
Esta es mi
entrevista favorita realizada por Lynn Hirschberg para The New York Times.
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